Guillermo del Toro nos trae “La forma del agua”, una fábula acuática, un cuento submarino de una sutileza embriagadora. Llevaba al cine con una maestría fantástica es un film que no te puedes perder.
Título original | The Shape of Water |
Año | 2017 |
Duración | 119 min. |
País | Estados Unidos |
Director | Guillermo del Toro |
Guión | Guillermo del Toro, Vanessa Taylor |
Reparto | Sally Hawkins, Doug Jones, Michael Shannon, Octavia Spencer, Richard Jenkins, Michael Stuhlbarg, Lauren Lee Smith, David Hewlett, Nick Searcy, Morgan Kelly, Dru Viergever, Maxine Grossman, Amanda Smith, Cyndy Day, Dave Reachill |
Productora | Bull Productions / Fox Searchlight |
Género | Drama, Fantástico, Romance, Thriller |
Con tantas nominaciones y premios que se ha llevado está claro que hay que verla, aunque tengo que reconocer que el tráiler no me convenció mucho. Aun así, había que verla. Además, Guillermo del Toro es una apuesta segura en cuanto a imaginación y originalidad.
Años 60, Rusia y Estados Unidos se encuentran en plena Guerra Fría y luchando en por ganar en la carrera espacial. Elisa (Sally Hawkings) trabaja como empleada de la limpieza en un centro de investigación supersecreto del gobierno estadounidense. Día a día repite su rutina matinal, hace su trabajo en el laboratorio con su dicharachera compañera Zelda (Octavia Spencer) y pasa sus tardes con su vecino y mejor amigo Giles (Richard Jenkins). Todo transcurre como si cada día fuese la copia del anterior hasta que un día aparece en el laboratorio el jefe de seguridad militar Richard Strickland (Michael Shannon) con un curioso ser marino (Doug Jones). Codiciado por las dos grandes potencias, este ser es objeto de crueles experimentos muy en contra la visión del Dr. Robert Hoffstetler (Michael Stuhlbarg) quién, como científico, se siente fascinado por lo peculiar de su naturaleza. Elisa, por su parte, conecta profundamente con este ser y su mayor deseo es salvarlo de un oscuro destino.
“Una historia de amor y perdida y el monstruo que intentó destruirlo todo”, con esta frase nos adentramos en el realismo mágico de “La forma del agua”. Cian y azul para el mundo submarino. Dorado, ámbar y colores cálidos para los hogares de los personajes. Rojo para el cine, la vida y el amor. Verde para todo lo relacionado con el futuro: las tartas, la gelatina, los coches, el laboratorio y sus uniformes. Así define la paleta de colores del film Guillermo del Toro en su Twitter:
Color coding chart in SOW: Elisa’s world: Cyan and Blue (underwater) Everyone else’s homes (Giles, Zelda, Strickland) in Goldens, Ambers and warm colors (Day/air), Red for Cinema, Life and Love. Green: everything about the future (Pies, car, lab, uniforms in lab, gelatine, etc) https://t.co/JrwUoG5iGv
— Guillermo del Toro (@RealGDT) 27 de diciembre de 2017
Como si de una obra de arte en movimiento se tratara, esta paleta de colores junto con una fotografía cuidadísima, unos planos perfectos y una banda sonora hipnótica Del Toro consigue sumergirnos en este sutil thriller romántico.
Para conseguir este efecto delicado Sally Hawkings ofrece una actuación muy respetuosa y sentida, un trabajo corporal expresivo muy interesante y muy bien realizado, transmitiendo sensualidad, fragilidad, fuerza y amor. Por su parte, Doug Jones nos transmite los sentimientos de este ser marino valiéndose de su expresión corporal y facial. Algo en lo que Doug es un experto ya que ha encarnado a diversos monstruos, sobre todo los creados por Guillermo Del Toro con quién trabaja desde “Mimic” (1997) en prácticamente todas sus películas.
En contraposición, una interpretación más cruda, dónde el odio, la ira y la crueldad hacen sombra a cualquier atisbo de bondad, vienen de la mano del personaje de Michael Shannon, también muy bien interpretado. El papel afable y entrañable se lo lleva Richard Jenkins que nos regala toques de humor y nos muestra el cariño de la amistad, muy bien llevado. Igualmente, Octavia Spencer y Michael Stuhlbarg, hacen un buen trabajo como secundarios, pero no menos importantes.
Con todos estos elementos Guillermo del Toro crea una atmósfera de fantasía muy fácil de asimilar, nos habla desde un lenguaje que todos podemos entender y creo que es esto lo que hace que llegue a personas que, en un principio, no están tan abiertas al mundo de lo fantástico y lo irreal. Nos habla sobre la conexión entre almas, una conexión profunda entre dos seres de distintos mundos, pero con un mismo lenguaje y un mismo deseo. El deseo de amar y ser amado.
Siendo muda, la barrera de silencio que separa a Elisa del mundo la ha dotado de una gran capacidad de percepción y sensibilidad. Mientras el resto de la humanidad se pierde en palabras, Elisa encuentra su espacio en el mundo de las pequeñas cosas, de los detalles. Bondadosa y cariñosa encuentra en el hombre anfibio su alma gemela, un ser que la comprende sin necesidad de palabras. ¿Acaso no es ese el verdadero lenguaje del amor?
Me fascina como todos los elementos confluyen en este film, no por nada “La forma del agua” ha recibido 13 nominaciones en los Oscar, León de Oro en Venecia, Globo de Oro a mejor director y mejor banda sonora, BAFTA a mejor director, mejor música original y mejor diseño de producción, Satellite a mejor actriz principal y muchos otros premios a mejor película, mejor guion, mejor director, mejor actriz principal, mejor arte y mejor banda sonora. ¿Será “La forma del agua” la nueva “Titanic” en los Oscar?