Después de 10 años, el kaiju más emblemático vuelve a aparecer por Japón. Shin Godzilla, firmada por la dupla formada por Hideaki Anno, creador de Evangelion y Shinji Higuchi, director de las adaptaciones de Attack on Titan.
Título original | Shin Godzilla (シン・ゴジラ Shin Gojira, Godzilla: Resurgence) |
Año | 2016 |
Duración | 120 min. |
País | Japón |
Director | Hideaki Anno, Shinji Higuchi |
Guión | Hideaki Anno |
Reparto | Satomi Ishihara, Hiroki Hasegawa, Yutaka Takenouchi, Akira Emoto, Kengo Kôra, Jun Kunimura, Ren Ohsugi, Mikako Ichikawa, Pierre Taki, Mark Chinnery |
Productora | Toho Company / TFC |
Género | Acción, Ciencia ficción, Drama, Fantástico |
Película de apertura de la Semana de Cine Fantástico y de Terror 2016 de la que no habíamos leído absolutamente nada. Shinji Higuchi presento la película y una de las pocas cosas que dijo es que tenía sueño… En fin, no esperábamos mucho.
Amanece Tokio en la actualidad y el gobierno de la ciudad se reúne para atajar un extraño fenómeno en la bahía. Lo que parecía un volcán haciendo de las suyas (cosa común por esos lares) resulta ser algo menos controlable. Los problemas los está causando una extraña criatura gigante. Criatura que no tarda mucho en darse un destructivo paseo mientras evoluciona hasta convertirse en Godzilla. Por su parte, los valientes funcionarios utilizaran el único arma que poseen, la burocracia, para hacer frente a la amenaza.
Así empieza la versión del siglo 21 de la idea original, manteniendo su claro mensaje anti-nuclear, aunque cambian las referencias de la bomba atómica por las de la central de Fukushima, el concepto es el mismo. En esta ocasión el monstruo sirve de pretexto para realizar una ácida sátira de la manera de actuar del gobierno japonés.
Los planos de las presentaciones de personajes, cargados de kanjis(y de subtítulos en nuestro caso) que ocupan casi la mitad de la pantalla, se suceden durante un rato, mareando de tanta información. Todo forma parte del gag que se extenderá toda la película, pero hasta que no te des cuenta no te hará ninguna gracia.
En ningún momento sentimos empatía con ningún personaje, igual hay que ser japonés o político o incluso ambas. La tensión en cambio, si se mantiene en un punto correcto durante la película, también la sensación de impotencia ante un desastre natural está muy presente.
El aspecto visual es lo mejor, seguido de la banda sonora. Las escenas de Godzilla, pocas eso sí, son sencillamente brutales, lejos ya de los edificios de cartón piedra y los petardos tan típicos de este tipo de películas. El CGI es de superproducción y como hemos dicho, su punto más fuerte.
Grata sorpresa. Aunque se hace pesada a veces, funciona bien en conjunto.
Si eres fan de los kaijus te va a gustar y si no lo eres, pero quieres un punto de entrada, sáltate las americanas y ve a ver esta. Si no eres ninguna de las anteriores personas, igual se te hace eterna, pero las escenas de Godzilla valen la pena.